¿Por qué los coches diésel nuevos contaminan menos que antes?

Gracias a las nuevas tecnologías empleadas por los fabricantes de automóviles, los coches diésel generan un 15% menos de emisiones de CO2 por kilómetro

Hace unos días, la consultora MSI reveló que la media de emisiones de CO2 de los turismos y todoterrenos nuevos matriculados entre enero y noviembre en España, se situó en 116,73 gramos por kilómetro, lo que significa que ha habido un incremento del 1,82% de estas emisiones contaminantes en comparación con 2017. Tras conocer la noticia, muchas asociaciones como Anfac, Aniacam, Faconauto, Ganvam y Sernauto, se pronunciaron y defendieron la idea de que el principal problema reside en los coches viejos de más de doce años que continúan circulando por las carreteras, y no en el consumo del combustible diésel, considerado uno de los más contaminantes por el gobierno y la sociedad. Hay que tener en cuenta que tras la aplicación de la normativa anticontaminación Euro 6, se han endurecido considerablemente los límites de las emisiones contaminantes, sobre todo en los coches diésel. Por este motivo, los fabricantes de automóviles han pasado a emplear distintas tecnologías en sus automóviles que hacen que éstos sean mucho menos contaminantes y que los vehículos diésel sean tan "limpios" como los de gasolina. A continuación, expondremos varias tecnologías que emplean los fabricantes de automóviles a la hora de producir coches diésel nuevos, con el objetivo de limitar las emisiones contaminantes que generan un impacto sobre el medio ambiente y la salud de las personas.

  • Trampa NOx: los vehículos diésel generan una elevada cantidad de emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), por lo que uno de los principales objetivos de los fabricantes de coches es reducir estas emisiones. Para ello, han introducido una trampa NOx, cuya función es atrapar las moléculas de óxido de nitrógeno. Esta pieza se incorpora dentro del catalizador y, a veces, en el filtro de partículas. La trampa NOx es una pieza con un coste elevado, que oscila entre 900 y 2.100 euros, en función del modelo del coche.
  • Filtro de partículas: esta pieza se integra en el catalizador o tras él, y su función principal consiste en atrapar las partículas de carbono generadas en la combustión. El filtro de partículas es uno de los componentes más caros, ya que su precio está entre 1.300 y 1.950 euros.
  • Bomba de alta presión: esta pieza recibe el diésel desde el depósito a baja presión y lo eleva lo suficiente como para que se inyecte en el motor con la máxima pulverización posible. Hay que tener en cuenta que los vehículos de gasolina también disponen de una bomba de inyección, aunque es mucho más sencilla y barata que la bomba de alta presión de los coches diésel, cuyo precio medio oscila entre 425 y 730 euros.
  • Inyectores: estas piezas tienen la función de introducir el diésel en la cámara de combustión de forma pulverizada. Generalmente, hay un inyector por cilindro. Los motores de gasolina también utilizan inyectores para alimentar al motor, aunque son más sencillos y baratos. Estas piezas para un coche diésel pueden costar entre 320 y 550 euros.
  • AdBlue: se trata de un sistema de depuración de gases que inyecta una disolución de urea en el escape para provocar una reacción química y expulsar una mezcla menos nociva para el medio ambiente, disminuyendo las emisiones contaminantes derivadas de la combustión del motor. Esta pieza tiene un coste medio que se sitúa entre los 480 y 700 euros.
  • Calentadores: los calentadores o bujías de precalentamiento, disponen de un elemento calefactor en uno de sus extremos, y su función principal consiste en calentar la cámara de combustión para facilitar el arranque del motor. Gracias a los calefactores, se produce un buen inicio de la combustión de aire y diésel, evitando la producción de humo y otras emisiones nada más encender el motor. Los motores diésel disponen de un calentador por cilindro, por lo que un motor de cuatro cilindros tiene cuatro calentadores. Los calentadores tienen un precio bastante económico, puesto que cuestan entre 28 y 49 euros, aunque cabe destacar que las bujías de encendido de los motores de gasolina tienen un precio tres veces menor que los calentadores.
  • Válvula EGR: la válvula EGR se encarga de recircular gran parte de los gases de escape hacia el colector de admisión, es decir, esta pieza vuelve a introducir el humo de la combustión del motor en los cilindros para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). La avería de esta pieza supone uno de los problemas más comunes en las mecánicas diésel, y su coste oscila, según el modelo del coche, entre 195 y 510 euros.
Gracias a todas estas novedosas tecnologías empleadas en la producción de los automóviles, los nuevos coches diésel cuentan con un consumo un 25% inferior y unas emisiones de CO2 por kilómetro un 15% inferiores.