“El automóvil vive un tiempo confuso; nadie tiene claro exactamente dónde estamos”

Es complicado, porque estamos en un contexto de transformación en el que creo que nadie tiene claro exactamente dónde estamos. La comunicación de la automoción en los últimos años ha sido bastante mala desde todo los frentes. No hemos sabido mantener la idea de que el coche es algo bueno. Solo se ha hablado del tema de las emisiones, dejando a un lado la parte práctica y emocional del coche. Esto, unido a que los compradores tienen una confusión total sobre lo que es un coche eléctrico, híbrido, híbrido en serie, híbrido en paralelo y demás, hace que vivamos un tiempo complicado en esta transición hacia la electrificación y las nuevas formas de movilidad.

El camino para nosotros está claro. En 2035 ya sabemos que tenemos que vender sólo coches eléctricos. Es verdad que ahora se habla de carburantes sintéticos, hidrógeno y todo eso, pero al final la única tecnología que tenemos hoy y que funciona con cero emisiones de CO2, es la tecnología eléctrica con baterías.

Nosotros hemos decidido de gestionar la transición eléctrica a través de la tecnología E-Power, porque es un sistema que ya te permite conducir en modo eléctrico, incluso en áreas donde la infraestructura de recarga no está desarrollada.

Es algo totalmente nuevo, y debe abrirse paso entre las diferentes ofertas que existen en el mercado, algo que en España es si cabe más complicado con el tema de las etiquetas y las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Por ello, es muy importante el papel que tiene nuestra red de concesionarios a la hora de explicar exactamente el valor añadido de la tecnología E-Power, que te permite conducir un coche eléctrico sin tener la preocupación de buscar un punto de recarga.

Por el momento, los concesionarios están haciendo una labor increíble en este apartado, ya que uno de cada tres X-Trail y Qashqai que se venden en España, tienen ya la tecnología E-Power. Pero será este año cuando realmente veamos cómo se va a asentar, puesto que sólo desde hace unos meses tenemos disponibilidad sin problemas de los coches con este motor, por los conocidos problemas de suministros.

Lo realmente fundamental es la prueba del coche, porque cuando los clientes empiezan a llevar esta tecnología se dan cuenta de la gran diferencia que hay respecto a un híbrido tradicional, ya que realmente se tiene la sensación de conducción un coche 100% eléctrico.

Nissan está trabajando ya en la movilidad del futuro, con tecnologías, nuevos productos y servicios, pero, ¿cuál es el mercado real de la movilidad a día de hoy? Algunas marcas están centrándose muchísimo en este mercado, pero si miramos los números reales, esta alternativa todavía no existe; es demasiado pronto. En España no hay un cliente que esté esperando con ansia un servicio de movilidad, y eso lo debemos de tener en cuenta. Nosotros tenemos que ser capaces de entender lo que los clientes piden, y hoy no vemos que la movilidad sea algo tan demandado.

En nuestro mercado existen personas que compran solo mirando el precio, ya que no tienen ningún vínculo emocional con su coche o la marca, pero por suerte son una minoría. Los clientes de Nissan son totalmente diferentes, ya que están dispuestos a pagar un poquito más por beneficiarse del valor añadido que les ofrecemos. Y es en esto en lo que tenemos que trabajar, para hacer entender que comprar un coche no es sólo mirar el precio de adquisición, luego tienes que vivir con ese coche y relacionarte con la marca.

Lo que están haciendo ahora los chinos, es lo que hicieron los japoneses en los años 90, y lo que hicieron después los coreanos. Quieren comer parte del mercado, y el único arma que tienen es el precio. Por ello, nosotros tenemos que luchar con otras armas.

El precio siempre ha sido un elemento determinante en la compra de los coches. A nosotros no nos gusta hablar sólo de precio porque si la batalla en el mercado se reduce a eso, significa que no vemos ningún valor añadido en nuestro producto. Aunque es innegable que es un elemento muy importante, ya que el presupuesto es lo primero que mira una persona cuando va comprar un vehículo.

Como marca tenemos que trabajar sobre el valor añadido de nuestros productos. Por ejemplo, en Nissan ofrecemos vehículos de cortesía gratuitos para todos los clientes y para cualquier tipo de servicio, ya sea con garantía o sin ella. En otras firmas esto no existe, y el cliente tiene que buscarse la vida con un taxi, con un coche prestado, o de alquiler.

También ofrecemos otro servicio que consiste en que, si tú encuentras otro reparador que con piezas originales te arregla el coche por menos dinero, Nissan te abona toda la diferencia. Todo esto, junto con otras muchas políticas que favorecen a nuestro cliente, crea un valor añadido que va mucho más allá del precio de compra.

Es verdad, en los últimos años hemos subido el precio de los coches, porque han subido los costes de producción y no hemos tenido más alternativa. Además, esta subida no se acompaña de una subida de poder adquisitivo de las familias. Por ello tenemos que buscar una manera de permitir a los clientes que puedan acceder a la movilidad. Estamos trabajando con servicios de financiación, de suscripción, así como con fórmulas de renting a particulares. Todavía es una minoría la que pide estos servicios, pero en el futuro puede ser una solución.

La electrificación, la conducción autónoma y la conectividad tienen un coste muy elevado de producción, que posteriormente se refleja en el precio de venta. Además, si comparamos un coche de hoy, con uno 2019, es algo totalmente distinto. Antes podíamos mantener la misma tecnología al menos cinco años, pero ahora todo esto está acelerando hasta el punto de que en poco tiempo tu coche puede quedarse atrás tecnológicamente. Y esta aceleración tiene un coste muy alto para el cliente.

Y este coste también se traslada a las marcas. Los coches que vamos a lanzar en el futuro van a tener un nivel de tecnología que requiere una inversión brutal, lo que puede cambiar por completo el modelo de negocio actual para poder hacer frente a esta subida.

Es una cosa que se podría intentar. Tenemos un parque antiguo, muy contaminante e inseguro, y podríamos ayudar a esta gente que no puede acceder a un coche moderno. Deberían de lanzar también ayudas para todos aquellos que no pueden acceder a comprar un coche eléctrico.