Alemania negocia un plan de ayudas que incentivará la compra de vehículos de cualquier propulsión
El partido de Angela Merkel busca incentivar la compra de cualquier tipo de vehículos, pero desde el SPD reiteran que las ayudas deberían ir dirigidas a coches eléctricos
El gobierno alemán está ultimando los detalles de un plan de apoyo para el sector del automóvil en el que destinará 5.000 millones de euros para motivar la demanda a partir de ayudas a la compra de vehículos. En este caso, el ejecutivo del país centroeurpoeo apuesta por no limitar estos incentivos a los coches eléctricos o electrificados, sino por destinar fondos a la compra de cualquier tipo de motorización.
Según publicó Automotive News, solo podrán optar a las ayudas aquellos interesados en hacerse con un vehículo de menos de 77.350 euros y, pese a que los coches de combustión interna entran en el paquete, sí se bonificará más la compra de vehículos electrificados. En ese sentido, para los coches gasolina y diésel las ayudas irán desde los 2.500 euros hasta los 3.000 en el caso de que sean de bajas emisiones. Para los coches eléctricos, la cantidad aportada por el gobierno se incrementará en 1.500 euros, mientras que para los híbridos enchufables lo hará en 750 euros.
Discrepancias entre Merkel y los socialdemócratas
Este plan de ayudas a la automoción alemana forma parte a su vez de otro plan general para toda la economía que alcanzará los 80.000 millones para recuperar los sectores clave. Como suele ocurrir en política, no todas las fuerzas políticas alemanas han visto con buenos ojos la decisión de incluir los coches de combustión en las ayudas. El SPD, el partido Socialdemócrata, liderado por Norbert Walter-Borjans, considera que motivar la compra de este tipo de vehículos es un error y alega que las ayudas deben ir encaminadas a motivar las tecnologías no contaminantes. Olaf Scholz, ministro de finanzas y colíder del SPD, manifestó también en los medios alemanes su malestar por las intenciones de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) de Angela Merkel y el ministro de economía, Peter Altmaier, de apoyar a toda la industria, vital para el país con gigantes como el Grupo Volkswagen o el Grupo BMW.
