Coches viejos, clásicos e históricos: ¿En qué se diferencian?

Los coches pasan de ser nuevos a recibir el tratamiento de viejos, clásicos o históricos, según el mantenimiento y cuidado que se les haya dado

La edad del parque automovilístico español va creciendo poco a poco hasta superar los 12 años de media. Esta cifra se debe en gran parte a que muchos conductores deciden conservar su coche el mayor tiempo posible, dadas las circunstancias económicas actuales, hasta que optan por actualizarlo por uno nuevo o de segunda mano. Con el paso de los años es normal que los vehículos sufran los achaques del tiempo. No obstante, según cómo los traten y mantengan sus propietarios podrán llegar a su edad adulta bajo la denominación de viejo, clásico o histórico. A continuación, te contamos qué diferencias hay entre estos tres tipos de tratamientos.

Cuando se habla de un coche viejo se está haciendo referencia a un vehículo que ha aguantado el paso de los años y que todavía continúa circulando por las carreteras. Se entiende que un coche alcanza esta condición al superar los diez años de edad. Además, este tipo de vehículos suelen acudir a los talleres con más frecuencia para reparar averías que surgen con el tiempo y el desgaste.

Por su parte, un coche clásico es aquel cuyo dueño se ha esforzado en conservar el modelo como el primer día que salió de la fábrica. De hecho, existen seguros para coches clásicos que cubren este tipo de vehículos con packs especiales si cumplen una serie de requisitos: que tengan un mínimo de 25 años, que estén en perfecto estado de conservación y que el propietario tenga un segundo coche más moderno para su día a día.

Coches clásicos e históricos
Coches clásicos e históricos
Por último, los coches históricos se sitúan en la cima en esta escala de requisitos. A pesar de que hace varios años coincidían en el número de años cumplidos con los coches clásicos, desde 2017 se subió la edad de estos vehículos de los 25 a los 30 años para que hubiese algo más de diferencia entre ambos. Pero eso no es todo, puesto que las condiciones de los coches históricos son bastante más exigentes.

Tal como explica el Race, según el Reglamento de Vehículos Históricos, aprobado por Real Decreto 1247/1995, que posteriormente se actualizó mediante una nueva ley, para que un vehículo sea considerado histórico debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Que pase una inspección previa en un laboratorio oficial acreditado por el órgano que corresponda de la Comunidad Autónoma.
  • Que exista una resolución favorable de catalogación del vehículo como histórico dictado por el órgano competente de la Comunidad Autónoma.
  • Que supere una inspección técnica previa a su matriculación como histórico.
  • Que el vehículo haya cumplido un mínimo de 30 años.
  • Que el modelo se haya dejado de producir.
  • Que el modelo esté en su estado original, es decir, sin ningún cambio específico en sus características técnicas.
  • Que el coche haya sido incluido en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o haya sido declarado como bien de interés cultural.
  • Que el vehículo sea de colección, es decir, que cuente con unas características especiales, como que sea singular, escaso o cumpla otra circunstancia exclusiva.
Tal como explica M.ª Ángeles Martínez Ulecia, responsable de seguros en el Race, absolutamente todos los coches históricos son clásicos, pero no todos los coches clásicos son históricos. Por ello, cuando toca asegurarlos, los vehículos históricos necesitan un seguro específico. Además, estos vehículos reciben algunas ventajas como, por ejemplo, estar exentos del impuesto de circulación.