¿Es peligroso llevar una botella de agua en el coche?
Conducir sin estar bien hidratados puede aumentar en un 60% el riesgo de sufrir un accidente de tráfico; no obstante, es importante llevar la botella de agua correctamente para evitar ciertos peligros al volante
Como cada año, durante los meses de julio y agosto se producen miles de desplazamientos en coche para disfrutar de las ansiadas vacaciones de verano. Al tratarse de los meses más calurosos del año, la Dirección General de tráfico (DGT) recomienda llevar a la hora de viajar una botella de agua para estar bien hidratados, puesto que el agua, además de ayudarnos a combatir la sed, puede aumentar nuestra seguridad al volante. Y es que según el estudio "Deshidratación y Conducción" de la Universidad de Loughborough (Reino Unido), conducir sin estar bien hidratados puede provocar mareos, fatiga, pérdida de concentración, dolor de cabeza y somnolencia en el conductor, por lo que puede aumentar hasta en un 60% la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico.
No obstante, en algunas situaciones una simple botella de agua puede convertirse en un peligro si no se lleva correctamente en el habitáculo, así que a continuación te contamos con la ayuda del portal de compraventa de coches Ocasión Plus cuáles son los riesgos de llevar una botella de agua en el coche en verano.
Peligros durante el viaje
El efecto elefante
Del efecto elefante ya te hablamos en un artículo anterior, pero a modo de resumen debes saber que llevar objetos sueltos dentro del habitáculo del coche, como por ejemplo una botella de agua, supone un gran peligro, ya que en movimiento un objeto puede multiplicar entre 55 y 60 veces el valor de su masa. Por ello, ante un frenazo brusco a 60 kilómetros por hora, una botella de agua que pesa un kilo tendría una fuerza equivalente a 60 kilos. Para evitar que la botella se desplace a la hora de viajar, lo más recomendable es llevarla en un compartimento como la guantera o el posavasos del coche.
Atasco de los pedales
Una botella llena en el suelo del coche rueda con el movimiento, de modo que puede llegar hasta la posición del conductor e interferir en los pedales bloqueándolos y provocando un gran susto en el mejor de los casos, o la pérdida de control del vehículo en la peor de las situaciones.
Multa por beber conduciendo
La acción de beber agua al volante no está recogida como tal en el Reglamento General de Circulación; no obstante, si un agente de Tráfico considera que pone en riesgo tu seguridad y la del resto de usuarios de la vía, puede sancionarte con una multa de 80 euros. Ten en cuenta que al coger la botella quitas una mano del volante y apartas la vista de la carretera durante aproximadamente 4 segundos, el tiempo suficiente para recorrer 113 metros a ciegas si circulas a una velocidad de 100 kilómetros por hora.
Peligros después del viaje
Riesgos para la salud
Durante los meses más calurosos del año el interior del vehículo puede llegar a superar temperaturas de más de 50 grados en pocos minutos, de modo que cualquier microorganismo que haya entrado en contacto con el agua de la botella puede reproducirse rápidamente. Por ello, si una botella ha estado expuesta al sol dentro del habitáculo, lo mejor es no beberla para evitar cualquier tipo de infección. Tampoco es aconsejable rellenar una botella de plástico que lleva mucho tiempo en el coche, puesto que también puede contener ciertos gérmenes.
Peligro de incendio
Aunque es difícil que pase, debes saber que el plástico de una botella puede producir un efecto lupa sobre un material inflamable del coche, como la tapicería o las alfombrillas. Para que esto se produzca, la botella debe ser redonda, la energía del sol debe concentrarse en un solo punto y la luz debe pasar a través de ella y del agua en ángulo recto. Aunque como hemos comentado antes es complicado que esto llegue a generar un incendio, sí que podría provocar agujeros en la tapicería, ya que el punto exacto por donde pasa la luz puede superar una temperatura de hasta 400 grados.