Conducir a vela, ¿en qué consiste?

Un sistema de conducción con el que se busca ahorrar en combustible

Tradicionalmente, la conducción a vela consiste en permitir que el coche circule por su propia inercia bien levantando el pie del acelerador o dejándolo en punto muerto.

Se trata de una forma de conducción que muchos usan, pero nada recomendable ya que elimina la posibilidad de una respuesta inmediata tanto por parte del conductor como del propio coche.

Sin embargo, la tecnología ha llevado este término a un nuevo nivel. La búsqueda por reducir al máximo el consumo de combustible ha llevado a los ingenieros a buscar nuevas soluciones.

Una de las más habituales es el sistema Start/Stop, por el cual, si el vehículo se para, el motor de combustión se desactiva. Este es el mismo principio para la conducción a vela: la idea es que cuando un vehículo circule a un ritmo estable, el dispositivo desactive el motor aprovechando así la inercia y lo arrancará de nuevo en el momento en que el conductor accione cualquier pedal.

La pregunta es: ¿cómo funcionan el resto de equipos si el motor se apaga? Este sistema se está probando en coches híbridos ya que, cuando el motor se desactiva, se pone en marcha la batería del sistema eléctrico para suministrar la energía necesaria para el correcto funcionamiento.

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