Cómo proteger tu coche de los rayos del sol en verano

En verano tu vehículo puede deteriorarse por culpa de los rayos del sol y de las altas temperaturas

Los ansiados meses de julio y agosto son perfectos para salir a disfrutar del buen tiempo y hacer escapadas con el coche a la playa o la montaña. Pero no todo son ventajas a la hora de ir en coche en verano, puesto que una de las cosas más odiadas por los conductores es el calor que se acumula dentro del vehículo cuando no queda más remedio que dejarlo aparcado al sol. Un coche expuesto durante horas a los rayos del sol puede alcanzar temperaturas tan altas que pueden causar averías o deteriorar la carrocería y el interior del habitáculo. Por ello, es importante que dediques tiempo este verano a proteger tu vehículo para evitar futuros problemas.

El primer consejo para proteger tu coche del calor es bastante obvio: evitar el contacto directo con el sol y aparcar en la sombra. En verano, a la hora de estacionar, ningún conductor rechaza un hueco protegido del sol, sobre todo en las horas puntas del día, ya que al regresar al habitáculo su temperatura será sensiblemente inferior. Sin embargo, al tratarse de los espacios más demandados de los aparcamientos, muchas veces te tocará dejar el coche a pleno sol. Por este motivo, es aconsejable que te adelantes al movimiento que realizará el sol a lo largo de las horas, de forma que al final tu coche quede estacionado bajo la sombra.

Los árboles suelen ser buenos aliados a la hora de proporcionar una sombra que proteja y refresque el vehículo, aunque en ocasiones al volver al coche tras un gran día de descanso puedes encontrarte con alguna sorpresa. Y es que los árboles y arbustos suelen ser el hogar de diferentes tipos de pájaros que no dudan en hacer sus necesidades. Debes tener en cuenta que los excrementos de estos animales tienen un nivel de acidez tan alto que pueden dañar la pintura de la carrocería, así que si te encuentras ante esta situación, no dudes en lavar el coche lo antes posible.

Otro consejo para reducir la temperatura de la carrocería es lavar el coche con agua fría de forma periódica, pero no lo hagas durante las horas de más calor, porque el agua se evaporará más rápido. Para proteger la carrocería también tienes la opción de aplicar una cera protectora contra los rayos ultravioleta.

Cómo reducir la temperatura en el interior del coche

Para proteger el interior del coche de los rayos del sol lo mejor es que coloques un parasol en el parabrisas delantero, asegurándote de que cubra todo el cristal. De este modo reducirás el calor que se genera en el interior del vehículo, ya que los parasoles funcionan como un freno para los rayos del sol, impidiendo que éstos entren con toda su fuerza en el habitáculo. También te recomendamos que lleves siempre un segundo parasol para el parabrisas trasero. Si esto te sabe a poco y lo que buscas es proteger tu coche al completo, puedes encontrar parasoles para las ventanillas laterales en tiendas especializadas del automóvil. Estos parasoles son especialmente útiles y muy prácticos cuando viajas con niños o mascotas. Cabe destacar que si proteges todas las ventanillas del coche con parasoles, conseguirás reducir la temperatura interior en al menos dos grados.

Otra opción es optar por lunas tintadas ya que, además de otorgar una mayor intimidad, ayudan a frenar los rayos de sol. Sin duda, es un detalle a tener en cuenta si estás pensando en comprarte un coche nuevo.

Por otro lado, para proteger el volante de los rayos del sol y evitar quemarte a la hora de conducir, una solución muy sencilla y económica es emplear un protector de volante. En tiendas especializadas los puedes encontrar de distintos diseños, colores y materiales.

Si con todos estos consejos y recomendaciones no consigues reducir la temperatura del coche lo suficiente, lo mejor es que sigas los siguientes pasos: abre las puertas y las ventanillas durante unos minutos antes de arrancar el motor y sin encender el aire acondicionado. De este modo se ventilará el habitáculo y saldrá el calor generado en el interior. Cuando hayan pasado unos minutos, podrás arrancar el motor y una vez en marcha podrás encender el aire acondicionado. Por último, recuerda que si has dejado el coche expuesto al sol, siempre debes comprobar la temperatura del habitáculo antes de sentar a los más pequeños/as en su silla de retención infantil.