Cómo proteger nuestro vehículo de los rayos del sol
En los meses de calor, el sol puede afectar negativamente al estado de nuestro coche y provocar averías
Con la llegada del verano, el sol luce en el cielo y las temperaturas se disparan. El escenario se vuelve perfecto para disfrutar del buen clima y realizar alguna escapada con nuestro vehículo. La playa o la montaña suelen ser destinos idóneos a los que llegar con nuestro automóvil para pasar un día especial.
Sin embargo, los rayos del sol pueden ser un peligroso enemigo para nuestro coche, por lo que deberíamos prestar cierta atención y cuidar algunos detalles para evitar problemas que puedan dañarlo.
La mejor manera de proteger nuestro vehículo del sol es, sin duda, evitar el contacto directo. A la hora de aparcar habría que tener en cuenta el lugar donde lo haremos para evitar que el automóvil quede expuesto al sol, sobre todo, en las horas puntas del día. Adelántate al movimiento que realizará el sol a lo largo de las horas, de tal forma que el vehículo quede estacionado bajo la sombra.
Los árboles suelen ser buenos aliados a la hora de proporcionar una sombra que proteja y refresque el vehículo, pero, en ocasiones, al volver a nuestro vehículo tras un gran día de playa podemos encontrarnos alguna sorpresa. Y es que, árboles y arbustos suelen ser el hogar de diferentes tipos de pájaros que no dudan en hacer sus necesidades. Los excrementos de estos animales, además de manchar nuestro coche, pueden dañar su pintura debido a su acidez. Por ello, es aconsejable lavarlo lo antes posible.
Reducir la temperatura
Pero no solamente debemos limpiar nuestro vehículo cuando tengamos un acontecimiento como éste. Resulta positivo lavar el coche con agua de forma periódica para reducir la temperatura de la carrocería. Aunque, para mantener los componentes del interior en buen estado, también es recomendable limpiarlo por dentro con los productos indicados para ello. Tras el lavado, podemos aplicar cera protectora contra los rayos ultravioleta que emite el sol.Para proteger el interior del coche del sol, es aconsejable colocar tanto en el parabrisas delantero como en el trasero un parasol. De esta forma, evitamos que los rayos, amplificados por el efecto lupa de los cristales, impacten de manera directa contra el interior del coche. Así, se reducirá de forma considerable el calor.
Para proteger el volante se puede optar por un protector que lo cubra, de tal manera que cuando nos subamos al vehículo podremos conducir sin miedo a quemarnos.
Si con los siguientes consejos no hemos conseguido reducir lo suficiente la temperatura del coche, podemos optar por activar el aire acondicionado cuando iniciemos nuestro viaje de regreso. Aunque, antes de emprender la marcha deberíamos abrir las puertas para que salga el calor generado en el interior. Resulta beneficioso activar el aire cada cierto tiempo, ya que de no hacerlo puede que un día nos demos cuenta de que ha dejado de funcionar.
Si percibimos que el aire acondicionado no funciona de forma correcta deberíamos acudir a un taller de confianza, ya que puede recalentar el motor, aumentando así las probabilidades de sufrir una avería. Bien es cierto, que su uso afecta al consumo de combustible, por lo que, si el calor ha disminuido, podemos optar por abrir las ventanas y disfrutar del aire en nuestra cara.
A pesar de que se trate de los meses de verano, es importante revisar que el vehículo no se queda sin líquido anticongelante, ya que ayuda a refrigerar el motor y evitar así un sobrecalentamiento.