Forcada: "Morbidelli nunca, jamás, entra en pánico"

Está acostumbrado a ganar, aunque nunca saca pecho. Se diría que sabe que forma parte de su trabajo. No más. Por eso Ramon Forcada (Moia, 24 de mayo de 1957) no le dio demasiada importancia cuando su piloto, el italobrasileño Franco Morbidelli (Petronas Yamaha), dijo, nada más bajarse del podio, el pasado domingo, como quinto ganador de MotoGP de este año, que le había puesto una moto prácticamente perfecta en sus manos. Es mi obligación, debió pensar este técnico, el jefe de mecánicos de Franky, como llama a su chico.

Y es que Forcada, que llevaba 27 grandes premios sin ganar (su último triunfo se lo proporcionó Maverick Viñales, en Australia-2018), es de los que piensan que aquí, en el Mundial, lo único que cuenta es tener un buen piloto, un gran piloto, pues son ellos quienes, al final, les proporciones la moto que les proporciones, te hacen bueno a ti, poniendo el resto, las manos, la determinación y el coraje en la pista.

Aquí, si no tienes un buen piloto, no hay milagro que valga.

Se suele decir, y es cierto, que este es un deporte de equipo, que necesitas tener una fábrica detrás, buenos ingenieros y técnicos, buenos mecánicos, buena estructura y organización y, sin duda, una moto competitiva. Todo eso es verdad pero, al final o al principio, quien gana es el piloto. Se apaga el semáforo y tú, por mejor trabajo que hagas, estás en sus manos. Y yo, en este caso, estoy en manos de un muchacho sensacional, espectacular en todo, desde su personalidad y bondad, hasta su profesionalidad y predisposición a entender todo lo que hacemos, siempre en su beneficio.

Qué diría de Franco Morbidelli?

Muchas cosas. Lo mejor?, que es un piloto, un muchacho, un profesional que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Un chico que se deja aconsejar y, luego decide, por sí mismo. Un piloto que acepta los planteamientos que le hace el equipo respecto a cómo preparar la carrera, los ensayos del viernes y sábado, y que no está pendiente del crono sino de saber por qué hacemos las cosas y cómo las hacemos. Lo mejor de Franky es que jamás, jamás, entra en pánico, cosa que les ocurre a muchos grandes campeones, que se asustan y tiemblan en cuanto ven la tabla de tiempos de los entrenamientos. Franky, no, Franky sabe lo que estamos haciendo en cada minuto y no se asusta por nada.

Esa serenidad ayuda mucho a conseguir la moto prácticamente perfecta.

Esa serenidad te hace sentirte parte de un equipo. Planeamos los pasos, los damos, los analizamos y él se siente reforzado tras cada entrenamiento. Da gusto trabajar con alguien así, supereducado, culto, interesado por todo y por todos. También es duro, fuerte y va deprisa, de lo contrario nada de lo que hacemos serviría. Hemos ganado con la cuarta Yamaha. No somos oficiales-oficiales. Tenemos una buena moto, pero no es la moto de Maverick (Viñales), Valentino (Rossi) o Fabio (Quartararo).

Seis carreras y cuatro victorias de motos satélites, no van mal, no.

El Mundial, en ese aspecto, ha cambiado mucho. Antes, más que equipos satélites eran clientes: comprabas la moto, corrías, a veces, solo a veces, te daban alguna pieza y, al final de temporada, devolvías a moto. Ni siquiera hacíamos informes para la fábrica! Ahora, los equipos como Petronas son un apéndice de la fábrica y, en ese sentido, tenemos ingenieros de la marca en nuestro box y, sí, cuando pides algo, intentan dártelo.

De ahí que este Mundial sea tan extraño, competido, distinto.

Bueno, yo creo que han influido varios factores. Primero, sin duda, las restricciones técnicas impuestas por DORNA, que han igualado a todas las marcas. Para ti, técnico, ingeniero o constructor, eso es un desastre, pues lo que tú quieres es que te den manga ancha para experimentar, evolucionar y hacer auténticos cohetes, pero para la competición es un enorme acierto. Dos, este año no está Marc (Márquez), que ha sido, sin duda, el revolucionario, el que ha mandado siempre e impuesto su autoridad. Tres, no hay, como ocurría antes, un gran dominar y uno, solo uno, que le peleaba el título. Ahora hay un dos, un tres, un cuatro, un cinco, un seismuchos jóvenes aguerridos que lo intentan y, además, repito, tienen una buena moto para estar delante. Y eso hace que este fin de semana repitamos en el mismo circuito y nadie, nadie, nadie, se atreva a decir quién ganará.

Usted es de los que cree que si estuviese Marc Márquez en la pista esto sería distinto.

Yo soy de los que piensan que Marc es la repera, el mejor, sí. Si sería líder destacado ahora?, pues no lo sé, supongo que sí, pero la ausencia de Marc hay que contabilizarla en las cosas raras de este año: pandemia, campeonato exprés, apretado, circuitos repetidos, ganadores inesperados, motos satélites que ganan a las oficialesmire, todos dijeron que este año era el año para ser regular, para no caerse, para no hacerse daño y se han caído todos, varias veces!

El primero, sin duda, Marc Márquez.

Eso. Me pregunta si Marc sería líder ahora? Pues sí, segurosi se hubiese frenado al llegar a la altura de Viñales en Jerez. Hizo una remontada increíble, como es él, como sus salvadas tremendas, como todo lo que hace, perosiguió apretando, se cayó, se hizo mucho daño y se ha perdido el Mundial. Claro que si se hubiese conformado con aquel podio, no hubiese sido Marc. Llega un día que el riesgo te puede y no salvas la caída, ni la herida.

Qué parte del éxito de Franky es suyo?

Muy poquito, aunque igual él, que es tan generoso, dice que mucho. No sé. Mire, de la misma manera que le digo que, al final y al principio, son ellos los que ganan, los que hacen bueno al equipo, a la fábrica, al técnico, le digo que Franky lo ha logrado todo, todo, por su propio esfuerzo. Yo creo que el año pasado le afectó todo lo que hizo su compañero de box Fabio (Quartararo). Ni siquiera Fabio podía creerse lo que estaba haciendo. Pero este año, tras el confinamiento, Flanky es otro. No sé si porque aprendió a tocar la armónica, que todo puede ser (risas inmensas), pero ha vuelto siendo otro, ha hecho un cambio brutal y, sí, él solito.

No se ha arrepentido de pasar del equipo oficial al satélite.

Jamás y eso que tenía ofertas de varios equipos oficiales de fábrica. Todo el mundo me dijo que Petronas era un equipo superprofesional y así ha sido. Es maravilloso trabajar en este equipo. Claro que lo más hermoso que me ha pasado y, tal vez, lo que me decidió a dar el paso, fue la llamada de Franky diciéndome señor Forcada, quiero que usted sea mi técnico qué he de hacer para conseguirlo? Pues nada, chaval, pedírmelo, pensé. Y aquí estoy, tremendamente feliz.