Carlos Sainz, un piloto en alza

Carlos Sainz no va a llegar a Ferrari en el mejor momento de los de Maranello, pero el madrileño está cuajando, a sus 26 años, una gran temporada. El podio del domingo en Monza, el primero de la temporada, el segundo de su carrera deportiva, le ha relanzado como uno de los hombres del futuro... y del presente de la Fórmula Uno.

Al margen de los resultados obtenidos este año, puesto que en carrera se ha visto penalizado en ocasiones por la falta de fiabilidad del McLaren y otras veces por fallos en la gestión del equipo, se le ve brillante, en un momento dulce de su carrera, pletórico de facultades, muy maduro, experimentado y tremendamente confiado en si mismo.

Ilusiona a Ferrari y a sus tifosi

Los problemas de Ferrari, equipo con el que se ha comprometido las dos próximas temporadas, no ha hecho mella en su moral y está experimentando una progresión que ha sorprendido a más de uno. Mientras algunos se tiran de los pelos por haberle dejado escapar, en la Scuderia están esperanzados en que su rendimiento les ayude a levantar el vuelo. La dupla con Charles Leclerc ilusiona a los tifosi.

El fin de semana que protagonizó en el Autódromo de Monza fue perfecto, desde el primer entrenamiento a la última vuelta de una carrera que pudo haber ganado. En la qualy se sacó una vuelta imposible para situarse tercero en la parrilla -por segunda vez este año- y en carrera fue segundo, que representó su segundo podio en F1 -fue tercero en el GP de Brasil de 2019- y su mejor resultado hasta ahora. Quedó cierto sabor amargo porque la victoria estuvo cerca, especialmente por la sanción a Lewis Hamilton, pero dejó la sensación de que ha dejado de ser una promesa para convertirse en una bonita realidad.

Un piloto con carácter

Uno de los aspectos que más se desprenden de Carlos Sainz es su carácter. Pese a su juventud las ha visto de todos los colores y los golpes le han hecho más fuerte. El último ejemplo lo vivimos en Spa, donde un fallo en el motor detectado durante la vuelta de formación de parrilla le dejó sin poder competir. Lejos de hundirse, en Monza brilló como nunca.

Es noveno en el campeonato con 41 puntos, pero podría ser perfectamente cuarto, una posición que está totalmente a su alcance. Solo los Mercedes, con un Valtteri Bottas que sigue decepcionando, y el Red Bull de Max Verstappen parecen un paso por delante. El rendimiento del McLaren con el motor Renault es excelente este año y el comportamiento aerodinámico del coche le permite adaptarse con cierta facilidad a cualquier tipo de circuito. Ello permite a Carlos Sainz, y también a Lando Norris, ser protagonistas del campeonato más extraño de la historia de la F1.

El madrileño dio un golpe sobre la mesa en Monza, una carrera muy especial para la órbita Ferrari. Los tifosi no estaban físicamente, pero sí su espíritu y hoy tienen más claro que nunca que la apuesta de Sainz para el futuro es ganadora... si le dan un coche competitivo. Mattia Binotto aseguró cuando le fichó que Carlos podía ser campeón con un bólido de Maranello y el domingo el piloto se encargó de ratificarlo sobre el asfalto de Monza.