Campanada de Sainz; vueltas de campana para Alonso

La etapa maratón del Dakar no defraudó a nadie. En resumen, la campanada la dio Sainz que dio un paso de gigante en la general y las vueltas de campana fueron para un Alonso que rodó toda la etapa sin parabrisas y con el coche tocado. pero terminó y a un ritmo más que decente. Está hecho de otra pasta.

La antepenúltima etapa de este Dakar fue especialmente satisfactoria para Sainz, que empezaba el día con tan solo 24 segundos de ventaja sobre Nasser Al-Attiyah (Toyota) y que lo finalizó con más de 18 minutos de distancia sobre el catarí y también sobre su otro gran rival, Stéphane Peterhansel (Mini).

El madrileño se apuntó su cuarta victoria en esta Dakar tras una jornada complicada por el fuerte viento que provocó numerosos problemas de navegación entre sus rivales y que finalmente obligó a acortar el recorrido.

Así, de los 534 kilómetros cronometrados inicialmente previstos apenas se disputaron 223, aunque fue terreno suficiente para que Sainz diera un gran paso hacia al posible tercer Dakar de su carrera tras los títulos de 2010 y 2018. Sus rivales apenas perdían dos minutos en el kilómetro 174, pero en los últimos 50 dilapidaron gran parte de sus opciones al triunfo final.

Antes, el día se inició con el espectacular accidente de Fernando Alonso (Toyota), que volcó mientras pasaba una duna y dio dos vueltas de campana. Ni el piloto asturiano ni su copiloto Marc Coma sufrieron consecuencias físicas y pudieron continuar en carrera, aunque sin el parabrisas de su coche, lo que dificultó mucho su visibilidad. Finalmente perdieron una hora y 17 minutos en meta y cayeron al decimocuarto puesto en la general.