Probamos el Renault Mégane RS Cup

Esta variante del compacto deportivo ofrece una suspensión más firme y un autoblocante mecánico para elevar su velocidad de paso por curva

Tras la breve pero intensa toma de contacto que tuvimos con el Renault Mégane RS en su presentación en el Circuito de Jerez, no habíamos tenido oportunidad de ponernos de nuevo a sus mandos. Una larga espera a la que pusimos fin haciéndonos con una unidad de la versión dotada del chasis Cup y que pudimos probar en las extraordinarias instalaciones del Circuit de la Ribera de Valencia.

Esta versión del Mégane RS ofrece un paso por curva si cabe más rápido y una mayor eficacia en frenada, gracias a unas suspensiones un 10% más firmes, a un diferencial autoblocante mecánico y a unos frenos Brembo con discos de 355 milímetros delante y 290 detrás.

El Renault Mégane RS Cup
El Renault Mégane RS Cup | Foto: Edgar Vivó

Imponente pero no estridente

El Mégane RS Cup deja claro que es un modelo de altas prestaciones con una estética llamativa pero no excesiva. Basado en la carrocería cinco puertas, destaca por elementos como: pasos de rueda más anchos para albergar unos ejes sobredimensionados y unas llantas de 19 pulgadas, unos paragolpes y faldones mayores, atractivas tomas de aire, doble salida de escape enmarcada, un discreto alerón posterior, pinzas de freno en color rojo y unas preciosas luces antiniebla con forma de bandera a cuadros que recuerda la relación de la marca francesa con la Fórmula 1.

El Renault Mégane RS Cup
El Renault Mégane RS Cup | Foto: Edgar Vivó
El interior se diferencia por la masiva utilización de elementos deportivos como el cuero, la piel vuelta, costuras en rojo, el aluminio, detalles cromados y piezas en símil de carbono. Nuestra unidad de pruebas disponía además de elementos en Alcantara y los excepcionales baquets Recaro. Tratándose además de una versión tope de gama, dispone de tecnología puntera en su equipamiento.

Interior del Renault Mégane RS Cup
Interior del Renault Mégane RS Cup | Foto: Edgar Vivó
Pero vamos a lo importante: su comportamiento. La innegociable potencia de un modelo de estas características corre a cargo de un motor 1.8 TCe con 279 cv y 390 Nm de par motor, que se transmiten a las ruedas delanteras a través de un cambio de marchas manual de seis relaciones –única opción de la versión Cup frente al resto de Mégane RS que pueden montar un cambio automático de doble embrague EDC–.

El motor empuja con fuerza casi a cualquier régimen de vueltas gracias a un discreto turbo lag, y el cambio es efectivo, aunque nos hubiera gustado algo más de dureza y unos recorridos menores. Puede que el Mégane RS Cup no sea el más rápido en recta, pero os aseguramos que en curva no tiene rival en su segmento, gracias a la combinación de las suspensiones reforzadas, el diferencial autoblocante y a las ruedas directrices traseras.

El Renault Mégane RS Cup
El Renault Mégane RS Cup | Foto: Edgar Vivó
Este último sistema redondea los virajes con una facilidad increíble con mucho menos recorrido de volante que en cualquier otro coche, aunque al principio cuesta acostumbrarse a su tacto. Esta dirección posterior y el aplomo que aportan las endurecidas suspensiones, hacen que el coche parezca ir sobre raíles, mientras que la efectividad del diferencial autoblocante permite salir disparado de los virajes sin perder adherencia en el tren delantero. Los puertos de montaña y los circuitos revirados son sin lugar a dudas donde más se disfruta del Renault Mégane RS Cup.

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