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La evolución de Mercedes-Benz a través de sus volantes

Desde manivelas que simulaban las riendas de los carros de los caballos a volantes capacitivos con función de detección de las manos del conductor

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El nuevo Clase E estrenará este verano una nueva generación de volantes completamente digitales de Mercedes-Benz. Con un sistema capacitivo, el aro contiene dos zonas que detectan si el conductor está agarrando el volante. Los botones de control táctil ubicados en los radios también funcionan con señales digitales.

Para llegar a esta tecnología puntera han hecho más de 120 años de evolución. Todo empezó cuando la entonces Daimler-Motoren-Gesellschaft sustituyó una manivela o una varilla de dirección por un aro redondo significativamente más funcional. Esto ha derivado en volante que conocemos hoy en día, un auténtico centro de mandos de alta tecnología que permite al conductor un guiado preciso y, al mismo tiempo, operar de manera cómoda y segura numerosos sistemas de confort y asistencia.

"El diseño del volante es un mundo en sí mismo y un desafío muy especial que a menudo se subestima", dice Hans-Peter Wunderlich, Director Creativo de Diseño de Interiores en Mercedes-Benz, quien ha estado diseñando volantes durante aproximadamente 20 años. “Además del asiento, el volante es el único componente en el vehículo con el que tenemos contacto físico intensivo. Las yemas de los dedos sienten pequeñas cosas que normalmente no notamos. Si una irregularidad es perturbadora o el volante no se ajusta cómodamente en nuestras manos, no nos gusta. Esta sensación táctil se envía al cerebro como retroalimentación y determina si nos gusta o no el automóvil”. La conexión emocional con un automóvil se crea así a través del sentido del tacto.

Ausencia de volante en los primero modelos

El primer automóvil del mundo, patentado por Carl Benz en 1886, al igual que el "automóvil con ruedas de acero" diseñado por Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach en 1889, no tenía volante. Utilizaban una simple palanca o manivela de dirección porque los conductores de carruajes estaban acostumbrados a tirar de la rienda derecha o izquierda para dirigir a los caballos.

El primer volante

El inventor del volante fue el ingeniero francés Alfred Vacheron. Lo instaló en su Panhard & Levassor impulsado con un motor Daimler para participar en la primera carrera del mundo, desde París hasta Ruán en julio de 1894. Este aro le proporcionaba un mejor control y una dirección más precisa, pese a que el francés solo consiguió acabar undécimo.

Columna de dirección inclinada

En 1900, Daimler-Motoren-Gesellschaft también equipó su coche de carreras Phoenix con un volante. En este caso, la columna de dirección estaba inclinada, lo que facilitaba enormemente su funcionamiento. Además, en este modelo había palancas adicionales en el volante para regular las funciones esenciales del motor, como la sincronización del encendido y la mezcla de aire/combustible.

Enormes volantes con bocina e intermitentes

La forma más simple de comunicación entre coches comenzó con una bocina de bombilla montada en el aro del volante, seguida del botón del claxon en el cubo del volante. El aro para bocina en los radios del volante hizo su debut en la década de 1920. En 1949, el aro de la bocina también asumió la función de activar las señales de giro que eran comunes hasta mediados de la década de 1950. Para girar, simplemente se giraba el aro hacia la izquierda o hacia la derecha. Luego, un brazo indicador de aproximadamente 20 centímetros de largo se desplegaba lateralmente fuera de la carrocería e indicaba el sentido del giro. Estos indicadores, que parecen extraños desde la perspectiva actual, fueron reemplazados por luces intermitentes de color amarillo anaranjado que se activaban girando el aro a través de una unidad de control central.

Dirección asistida y luces largas

En 1951, Mercedes-Benz introdujo una palanca de cambios en la columna de dirección en el 300 "Adenauer-Mercedes" (W 186) y en el 220 (W 187), lo que supuso una mayor comodidad para el conductor y el pasajero delantero. Hasta la década de 1970, la palanca de cambios en la columna de dirección seguía siendo un método generalizado para operar la transmisión. Otra función del volante se agregó en 1955 con una palanca para ráfagas con la luz de largo alcance. Sin embargo, la dirección en sí misma era a menudo agotadora, a pesar de la gran relación de dirección y el diámetro sobresaliente del volante. Por esta razón, Mercedes-Benz introdujo la dirección asistida en 1958 en la berlina 300.

Además, en 1963, la palanca se extendió para incluir el accionamiento de los limpiaparabrisas y las funciones del sistema de lavado del parabrisas. El limpiaparabrisas se accionaba previamente con un tirador situado en la parte superior del panel de instrumentos

Volante de seguridad

En 1959, Mercedes-Benz revolucionó la ingeniería automotriz, particularmente en términos de protección contra accidentes, con el "Fintail" (W 111) (conocido en España como “ Colas”). Esta berlina fue el primer vehículo del mundo en presentar un concepto de seguridad integrado que consistía en un habitáculo indeformable, zonas de deformación controlada, un nuevo volante de seguridad con una placa deflectora grande y deformable que reducía el riesgo de lesiones en caso de colisión, y una columna de dirección dividida que estaba desplazada hacia atrás.

El volante de seguridad de cuatro radios introducido con el 350 SL Roadster en 1971 proporcionó una protección contra impactos aún mejor gracias a una placa acolchada ancha con amortiguador de impactos. En caso de colisión, absorbían las fuerzas y se transmitían de tal manera que el aro del volante no podía romperse. El aro de la bocina desapareció, y los botones para la bocina se posicionaron de nuevo al centro del volante.

El primer airbag

La búsqueda de la mayor seguridad posible condujo a otro cambio decisivo en el diseño del volante desde 1981. La razón fue la introducción del primer airbag del conductor en la Clase S (serie 126) En 1992, el airbag del conductor se convirtió en equipo de serie en todos los turismos Mercedes-Benz.

El primer volante multifunción

Otra revolución técnica se materializó en el volante multifunción, que se introdujo en 1998 junto con el sistema Comand (Cockpit Management and Data). No solo fue la multitud de funciones del vehículo, sino también los avances de los nuevos dispositivos de información, navegación y entretenimiento lo que requirió un replanteamiento los controles del vehículo y su concepto de visualización. Un objetivo importante en el desarrollo de la Clase S de la serie 220 era facilitar la labor del conductor lo suficiente para que pudiera concentrarse en lo esencial: el tráfico y la experiencia de conducción. Por primera vez, el volante se combinó con la radio, un teléfono del automóvil y una pantalla en la consola central en la que se mostraban hasta ocho menús principales

Los primeros botones táctiles

El Clase E de 2016 fue el primer automóvil del mundo equipado con botones táctiles Touch Control en el volante. Permiten el control completo del sistema de info-entretenimiento con barridos con los dedos, sin necesidad de retirar las manos del volante. Como la pantalla de un Smartphone, los botones son sensibles al tacto y reaccionan a los movimientos de barrido verticales y horizontales de los dedos.

2020: el volante capacitivo del nuevo Clase

La nueva generación de volantes con detección capacitiva que detectan la presencia de las manos en el volante serán lanzados en verano con el renovado Clase E. El aro del volante cuenta con sensores en dos zonas que detectan si el conductor tiene las manos sobre el volante. “Los sensores en la parte delantera y trasera del aro registran si el volante está siendo agarrado. No se requiere más el movimiento de la dirección para indicar a los sistemas de asistencia que el vehículo está bajo control”, explica Marcus Fiege. Los botones Touch Control integrados en los radios del volante ahora también son capacitivos. Esto reduce las superficies operativas mecánicas al máximo. Los paneles de control continuos, que se dividen en varias áreas funcionales, se integran enrasados con los radios. Al igual que con un smartphone, los toques se registran y evalúan a través de la tecnología de sensores capacitivos, que permite un funcionamiento intuitivo mediante gestos al deslizar y presionar símbolos familiares. Los materiales de alta calidad se han seleccionado de tal manera que la operación es posible incluso en un interior calentado por la luz solar. “El sistema reconoce automáticamente dónde está el dedo en todo momento. Y los botones están diseñados para temperaturas de más de 100 grados centígrados”, dice Fiege.

https://www.neomotor.com/conduccion/estas-son-las-placas-de-matricula-mas-caras-del-mundo.html