Europa necesita 44 millones de eléctricos en 2030 para ser neutral en 2050

El informe de Transport & Enviroment destaca también que la cifra de cargadores debería alcanzar los tres millones desde los 185.000 actuales

La organización Transport & Envoriment indica en un estudio que tendrán que circular 44 millones de eléctricos en 2030 si la Unión Europea quiere conseguir su objetivo de ser neutral en emisiones en 2050. Asimismo, asegura que solo se podrá conseguir la neutralidad si en 2030 el 40% de los coches vendidos son "0 emisiones" y el último vehículo de combustión se vende, "como muy tarde", en 2035.

Conseguir la neutralidad ese año es uno de los principales objetivos del Green Deal de la UE. De momento, su ofensiva por descarbonizar el transporte ha empezado con la normativa que obligará a los fabricantes a declarar una media de emisiones de los vehículos que vendan en 2020 menor a 95 gramos de CO2 por kilómetro si no quieren ser sancionados.

3 millones de cargadores

Para conseguir tal cifra de vehículos es vital que, además de un equilibrio económico entre los eléctricos y los coches de combustión, la infraestructura de carga pública mejore para soportar la demanda. Así, según T&E, en 2030 se debería disponer de “cerca de tres millones puntos de carga públicos”. Esta cifra significa que hay que multiplicar por 15 los 185.000 puntos actuales repartidos por todo el continente.

T&E estima en 20.000 millones de euros la factura que entes públicos y privados deberán afrontar para conseguir la infraestructura necesaria. Repartido en los próximos 11 años, la cifra asciende a 1.800 millones de euros por ejercicio. De comprometerse a cumplirlo, el primer paso sería tener disponibles 1,3 millones de puntos de carga en 2025.

Evolución ideal del despliegue de infraestructura de carga pública en Europa
Evolución ideal del despliegue de infraestructura de carga pública en Europa
No obstante, por llamativa que parezca la suma, la organización apunta que los 1.800 millones anuales suponen apenas el 3% de la inversión anual en carreteras. Además, T&E se muestra optimista con las oportunidades de negocio para gobiernos y empresas que puedan surgir a raíz del despliegue de esta infraestructura. Desde Transport & Enviroment claman que la neutralidad en el transporte solo será posible con una infraestructura preparada para el reto.

Un reparto justo y efectivo

Para T&E este despliegue de infraestructura de carga debe ir acompañado de planes que permitan a los usuarios cargar sus vehículos en casa y el trabajo. Para ello, es necesario garantizar el acceso a un punto de carga en dichos lugares en no más de tres meses desde la adquisición del coche, impulsando la adaptación de los edificios de las ciudades para estar preparados para cargar vehículos. El ritmo óptimo sería que una quinta parte de los edificios de la UE estuviera preparado en 2025 y la mitad en 2030.

Esta imagen deberá ser habitual
Esta imagen deberá ser habitual
Asimismo, aunque la organización admite que hay que priorizar el despliegue de cargadores en ciudades y zonas de alta densidad de circulación, admite que entre el 20% y el 30% de los cargadores nuevos debe instalarse en zonas con menos población para que todos los habitantes tengan un acceso garantizado al coche eléctrico.